Los inconvenientes a la hora de instalar un sistema de riego en este césped, radicaba en que se trataba de un rectángulo muy estrecho (solo 1.5 m de ancho), mientras que tenía una longitud considerable (44 m).
Esto daba lugar a que si se utilizaban difusores convencionales, con un radio de alcance de 1.5 metros, para no mojar la carretera y que el agua no se precipitara sobre la valla de ciprés, tendríamos nada más y nada menos que instalar dos líneas de riego compuestas cada una por 16 difusores. Esto resultaba inviable debido a su elevado coste en cuanto a material utilizado y mano de obra.
La única solucción técnica viable, consistía en instalar difusores de franja, capaces de regar no en modo circular, sino formando un rectángulo de 1.5 metros de ancho por 8.5 de largo. Estos difusores se instalaron en los puntos centrales del césped, colocándose cada cuatro metros, para el adecuado solapamiento de sus chorros de agua, y que se correspondieran con la longitud del césped.
En total fueron necesarios doce difusores de franja, que se pudieron agrupar en dos sectores de riego. El ahorro en material de riego fue muy importante: 12 aspersores de franja en vez de los 32 difusores convencionales, además de necesitar mucha menos tubería y consecuentemente tener que realizar menos zanjas de riego.