¿Cuántas veces hemos visto activarse una instalación de riego automatizada bajo la lluvia, o activarse las horas o días posteriores, en los que el terreno continua mojado por el agua caída? 

    La media de días lluviosos en el entorno de Barcelona es de 60 días al año, con una precipitación media anual de unos 650 litros por metro cuadrado. Eso supone tener que cerrar  el riego al año unas sesenta veces de un modo manual, y lo que resulta mas engorroso,  tener que elegir el momento adecuado para abrirlo de nuevo, tanteando a ojo la humedad del suelo. Eso sin contar esos períodos de tiempo en los que estando ausentes de nuestro domicilio, la lluvia y nuestro riego coinciden, con el absurdo gasto de agua que esto conlleva. 

     Por 80 euros, que incluye todos los materiales y la mano de obra, podrás contar con un sensor de lluvia acoplado a tu sistema de riego.

     El funcionamiento del sensor de lluvia, consiste en una membrana que al mojarse por efecto de la lluvia, envía una señal a nuestro programador  para que  detenga su secuencia de riego. Cuando el agua de la membrana se evapora totalmente, el sensor envía una nueva señal al programador para que éste active de nuevo su secuencia de riego. El sensor de lluvia se puede ajustar a diferentes grados de pluviometrías, que el instalador establece dependiendo de las condiciones del terreno a regar.