Hasta que los usuarios de las instalaciones de riego no tengan unos conocimientos básicos de cómo funciona un sistema de riego, realmente no se producirá una autentica profesionalización del sector del riego en este país.
Sabemos que los céspedes consumen una gran cantidad de agua. Pero lo que se desconoce es que una parte importante de esa agua consumida no obedece a una necesidad biológica del propio césped, sino a errores en la instalación y el diseño del sistema de riego. Estos errores en la ejecución del sistema de riego pueden provocar un consumo adicional de agua de hasta el 50%. De hecho, aunque pudiera parecer lo contrario, la gran mayoría de instalaciones de riego que existen en la actualidad han sido mal diseñadas, quedando solo un mínimo porcentaje de instalaciones de riego que podamos denominar como "perfectas".
1- Desconocer el funcionamiento de un aspersor o difusor de riego
Como podemos ver en la imagen de la derecha, un aspersor no lanza la misma cantidad de agua a lo largo de su franja de alcance. Según el módelo y la clase a la que pertenezca, puede distribuir el agua de modos muy diferentes, pero siempre de un modo irregular.
En el caso concreto de este aspersor, podemos ver que echan mucha más agua cerca del aspersor y muy poca en la zona final de su alcance.
Esto significa que si ponemos un solo aspersor a regar una determinada zona del césped, al echar mucha más agua en unas zonas que en otras, o bien unas partes se regarán correctamente y otras se secarán, o para evitar que éstas últimas se sequen, habrá zonas que recibirán mucha más agua de la necesaria que se perderá por infiltración en el terreno.
2- Desconocer cómo se agrupan los emisores de riego
Debido a esta falta de uniformidad que explicábamos antes, para que se produzca un riego uniforme, tanto los aspersores como los difusores de riego, tienen que funcionar siempre combinados unos con otros. Es decir, no solo tienen que tener otros aspersores al lado, sino también en frente y atrás, de tal modo que entre ellos se establezca lo que se denomina solape.
El solape consiste en que cada emisor de riego tiene que regar justamente hasta la bases de los emisores que tiene tanto a los lados, como delante y detrás.
Cuánta más distancia exista entre la base de un emisor de riego, y el final del chorro de agua de los emisores cercanos, ´peor será la uniformidad del riego y mayor el desperdicio de agua.
Basta con encender el riego y observar si existe solape entre los emisores de riego, para saber si un sistema de riego está bien diseñado o no.
En muchas ocasiones, si no existe solape entre los emisores de riego de nuestra instalación, no tenemos que resignarnos a estar desperdiciando una gran cantidad de agua debido a su mal diseño, renunciar al césped o bien tener que realizar costosas obras de remodelación.
Con un simple cambio de boquillas por otras más eficientes se pueden reconvertir instalaciones de riego muy mal diseñadas, consiguiendo ahorros de agua de hasta el 30%.Y toda esta labor se puede hacer en muy poco tiempo y con una mínima inversión.